Terminé 6 años de secundaria. Cursé aproximada 66 materias, de las cuales me llevé 25 y, de todas esas, saqué 17 (las otras todavía no las rendí). Habré recibido unas 20 amonestaciones en total, y acumulado más de 100 faltas. Innumerables llamados de atención, gaseosas compartidas, boludeces dichas, y tiré cerca de 721 tizas (si tiraba 2 veces la misma, no contaba). Aprendí a sumar -en matemática ahí me quedé- algo de historia, 3 palabras en francés, que Graciosi es facho, y que, si en un oral hacés reir a la profesora, aprobás. Conocí unas 200 personas, y cursé con unas 70 de ellas aproximadamente. No me hablo con unas 30 de todas esas que conozco y creo que ellos me conocen más a mi, que viceversa.
Pero lo más imporante: me llevé 7-8 amigos; de esos que duran para siempre, o hasta que vos te mueras, y con ellos aprendí a compartir, a hablar decentemente, a aceptar opiniones, y hasta a sentir vergüenza.
Y yo que pensé que la secundaria no me iba a servir para nada.